A sus 28 años, la vida de Diana Mata Anguiano dio un funesto giro inesperado; de ser una muchacha con una prolífica carrera en el campo de las artes plásticas y con un futuro prometedor en la Secretaría de Cultura del Municipio de Querétaro, ahora todo quedó en sueños y esperanzas perdidas.
La muerte le llegó de manera infortunada, nadie, mucho menos sus padres, creyeron que su vida acabaría tras ser víctima de una desaparición forzada (aunque algunos consanguíneos y amigos insisten en que fue víctima de un “secuestro”), después de haber reportado su desaparición ante la Fiscalía General del Estado (FGE).
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